Los nuevos vehículos de emisiones cero equipados con una célula de combustible de electrolito polimérico funcionan con hidrógeno. Estas células de combustible requieren una calidad de hidrógeno que solo puede conseguirse mediante modernas tecnologías de purificación del hidrógeno, como la adsorción por cambio de presión o mediante difusión selectiva a través de una membrana recubierta de paladio. El uso de hidrógeno con impurezas puede dañar las células de combustible al cabo de relativamente poco tiempo.
Para evitar este problema se han establecido directrices para la pureza razonable del hidrógeno en la norma internacional ISO 14687:2019. Esta norma define las cantidades máximas permitidas de impurezas para compuestos como H2O, O2, He, N2, Ar, CO, CO2, TS, THC, HCHO, HCOOH, NH3, HBr , HCl y Cl2. La directiva 2014/94/UE de la UE también establece que todas las estaciones de servicio de hidrógeno deben tener en cuenta estos umbrales.