Las células de combustible como, p. ej. la célula de combustible de electrolitos de polímeros (PEFC), que se usan en vehículos y en la tecnología de hidrógeno representan un hito para este sistema de energía potencialmente sostenible. Las investigaciones actuales en el ámbito del desarrollo de las células de combustible se concentran en soluciones para mejorar la eficiencia y la fiabilidad y reducir los costes. Uno de los problemas que todavía deben solucionarse es la contaminación y la "intoxicación" de la célula de combustible causada por el gas combustible (desde fuera) o por los materiales de la misma célula. Adicionalmente, se requieren métodos para la recolección detallada de datos para el análisis y la optimización de todo el proceso de generación de energía, así como de carga de emisiones.