Los receptores olfativos perciben los olores de dos maneras: olores directos a través de la nariz (olfacción ortonasal) u olores que llegan al sentido del olfato a través de la garganta durante y después del acto de masticación (olfacción retronasal). En la actualidad, el análisis de los olores retronasales suele realizarse mediante la captura secuencial de compuestos volátiles con tubos Tenax y su posterior análisis con un espectrómetro de masas de cromatografía de gases (GC-MS), un proceso que requiere mucho tiempo. Para medir la fuga de olores respiración tras respiración, se necesita un método rápido no invasivo con mediciones in vivo.