La industria siderúrgica usa en todo el mundo sistemas que miden las emisiones del proceso de producción. Hasta hace poco, la principal preocupación era la reducción de los gases de efecto invernadero, pero hoy en día cada vez son más las empresas interesadas en medir los gases de escape nocivos. El objetivo es medir y reducir la formación y emisión de hidrocarburos aromáticos, hidrocarburos aromáticos halogenados y compuestos de azufre y nitrógeno. Por un lado, debido al uso de coque y hierro de baja calidad y, por otro, debido a la recuperación de acero a partir de chatarra o fundición de mineral, que conllevan una serie de emisiones de gases tóxicos durante los distintos procesos de producción siderúrgica.